Muy pobre imagen de Boca, con el atenuante de que esta vez fue jugando de local, donde en el ciclo Almirón no solo se ha hecho invencible sino que además mostró convincentes y sólidas versiones futbolísticas. No fue el caso. Es cierto que que venía de una desgastante serie con Racing y que no jugaron todos los titulares, pero el Xeneize no puede permitirse repetir estas malas actuaciones.
Repitieron cinco jugadores de la revancha con la Academia, pero los nombres que alineó el DT eran suficientes como para Boca haga otra cosa. Pero el 11, desde los apellidos, no coincidió con la intención de juego que el entrenador intenta plasmar, de tenencia, de juego por dentro y generación peligro por fuera.
Tigre fue muy superior en el primer tiempo porque le ganó la mitad de la cancha. Con cantidad en la ocupación de espacios, pero también con intensidad y compromiso a la hora de desplegarse para marcar, y movimiento constante al momento de asociarse con la pelota en los pies. Fue 5 contra 2: Prediger, Menossi, Castro, Paradela y Molinas ante Equi Fernández y Campuzano.
Esa superioridad le valió al Matador para irse al descanso en ventaja, gracias a un certero cabezazo de Abel Luciatti a la salida de un córner, a los 38 minutos. Almirón corrigió el déficit para el complemento, desarmando el doble nueve sacando a Benedetto y sumando un hombre más al medio con Taborda, y adelantando bien como extremos a Advíncula y Zeballos.
Minutos después, el ingreso de Bullaude por Campuzano le terminó de dar otro volumen de juego a Boca, que comenzó a dominar la pelota y empujar hacia el área rival. Hasta allí, seguía solo un gol abajo por Romero, quien no tuvo grandes intervenciones en calidad y cantidad, pero apareció cuando lo llamaron para mantener a su equipo con vida.
Sin embargo, al Xeneize todavía le faltaba el paso final: la creatividad para romper un sistema defensivo cada vez más atrasado. El local abusó de los centros y se volvió predecible y de fácil contención para Tigre. De hecho la única ocasión clara -y hasta ahí nomás- fue un tiro libre de Cavani que prometió más peligro del que terminó generando, ya que se fue por arriba del travesaño.
A Boca estos partidos poco le mueven la aguja, ya que el foco está puesto de lleno en la Copa Libertadores, donde está en semifinales. Pero no puede regalar los partidos que tiene de aquí hasta que comience la serie con Palmeiras. Tigre arrancó el ciclo Pusineri con una gran victoria para renovar aires, volver a ganar confianza, y sobre todo, escaparle a la zona baja y la pelea por la permanencia que empezaba a acecharlo.
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