Pogba, campeón del mundo en Rusia 2018, había arrojado valores anómalos tras el partido entre Udinese y Juventus que vivió desde el banco de suplentes, el 20 de agosto pasado.
El 11 de septiembre se confirmó el positivo en testosterona e inmediatamente, ese mismo día, el Tribunal Nacional Antidopaje decretó su suspensión, atribuyéndolo la violación de los códigos 2.1 y 2.1 de las Normas Deportivas que sancionan el uso e incluso el intento de consumo de sustancias prohibidas.
Pogba, de 30 años y formado en Manchester Unided y Juventus, adonde regresó en 2022, podría ser sancionado con hasta cuatro años de inhabilitación.
Sin embargo, los tiempos dependerán la defensa del francés -tiene siete días- para demostrar que ingestó la sustancia de manera no voluntaria.
Si lo consigue, Pogba podría reducir la suspensión de cuatro a dos años, aunque también está la opción de buscar un acuerdo con la fiscalía para intentar reducirla aún más.
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