La Supercopa de España que culminará este domingo 14 de enero en el estadio Rey Fahd, en Riad, es un espectáculo televisivo ecuménico y masivo que se organiza a partir de nada menos que 45 millones de dólares en derechos. De ser un duelo del verano boreal entre el campeón de la Liga y el de la Copa del Rey, se transformó en un cuadrangular en el que participan los dos mejores equipos de cada uno de esos certámenes, con el patrocinio de Arabia Saudita y la gestión de Kosmos, la empresa de exfutbolista Gerard Piqué. En esta ocasión, tendrá la mejor de las definiciones: Real Madrid vs. Barcelona. En unos días, este esquema se repetirá para que Napoli, Lazio, Inter y Fiorentina hagan lo mismo, pero en versión italiana.
Sin embargo, la Supercopa española, agendada como un torneo de apertura de temporada desde 1982 y hoy acomodada en el medio del calendario por el peso de los petrodólares, tiene un origen vinculado con la visita de María Eva Duarte de Perón a España en junio de 1947.
Durante esa gira, que incluyó también viajes por Italia, Francia y Suiza, la mujer de Juan Domingo Perón permaneció en tierra española durante dos semanas, como huésped oficial de Francisco Franco y su mujer, Carmen Polo, con recorrido por Madrid, Toledo, Sevilla, Granada, Galicia y Barcelona, ciudades en las que tuvo agasajos (Orden de Isabel la Católica, entre ellos) y regalos. Entre otras acciones, antes del partir a Buenos Aires, Evita anunció la donación de trigo y carne a España.
A ello se sumó un suceso futbolístico previo: en enero de 1947, San Lorenzo de Almagro, que venía de consagrarse campeón en nuestro país con René Pontoni, Rinaldo Martino y Armando Farro, como estrellas, que deslumbró y transformó en hincha a Jorge Bergoglio (el Papa Francisco), realizó una histórica gira por España. El conjunto de Boedo revolucionó con su fútbol a esa España aislada.
En total, diez partidos, con cinco triunfos, cuatro empates y una derrota (Real Madrid). Pero lo más trascendente de esa gira fueron las dos victorias ante la selección de España por 7-5, en Les Corts (Barcelona), y por 6-1, en el viejo estadio Chamartín, hoy Santiago Bernabeu, de Madrid. “(San Lorenzo) cumple la misión de demostrar la modalidad, la ciencia y la gracia del fútbol argentino (…) con una táctica defensiva de marcación y ciencia ofensiva del pase corto y la posibilidad de que cualquiera de los delanteros haga el gol”, se señala en la edición 1440 de El Gráfico, tras esos resultados.
Por otro lado, ya en los tiempos previos a la Guerra Civil Española, la Federación de Fútbol había pensado en la creación de un trofeo que enfrentase a los campeones de Liga y la Copa. El conflicto retrasó esa disputa y en 1945, bajo el auspicio de la embajada argentina, la organización de la Federación Catalana y de forma benéfica, se organizó la Copa de Oro Argentina.
Todos estos sucesos -Evita y San Lorenzo- impulsaron a Franco y a la Federación Española a relanzar esta competencia de forma oficial, bajo el nombre de Copa María Eva Duarte, quien donó el trofeo tras su regreso a la Argentina. La primera definición se disputó en junio de 1948, entre los vencedores de los certámenes de la temporada 1946-47, con triunfo de Real Madrid a Valencia por 3 a 1. La copa fue entregada por Pedro J. Radío, por entonces embajador argentino en España.
Se jugó hasta 1953, un año después de la muerte de Evita. El palmarés tiene a Barcelona, con tres conquistas, custodio de la copa en su museo por haber sido el más ganador, y a Valencia, Real Madrid, Atlético Madrid, Atlético de Bilbao y Sevilla, con una, respectivamente.
Casi tres décadas después, el ex presidente del club catalán, Josep Lluis Núñez, recordado por haber sido quien llevó a Diego Armando Maradona a Barcelona, le propuso a la Federación Española relanzar el torneo, bajo el nombre de Supercopa, con Real Sociedad como primer vencedor. En 2018, la Supercopa se exportó por primera vez, al jugarse en Tánger, Marruecos. Desde 2020, se implementó el formato actual y el desembarco en Arabia Saudita, quien tiene los derechos para organizar la Supercopa hasta 2029.
Sea como fuere, Real Madrid y Barcelona mañana sumarán cerca de 3 millones cada uno, un 13 por ciento de lo que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) recauda en derechos. El tercero y el cuarto percibirán ingresos según audiencias y el ranking en el reparto de derechos de TV, en poder de Movistar.
Números impensados cuando la Copa María Eva Duarte fue imaginada. Tan inesperados como los millones que llevaron a la Supercopa al Golfo Pérsico. De lo que no hay dudas, es del imán que tiene siempre el fútbol para entrelazar al deporte con la política y la economía.
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