A sus 58 años, Mike Tyson se prepara para regresar al cuadrilátero enfrentando a un oponente mucho más joven, Jake Paul, el popular influencer que ha incursionado en el mundo del boxeo y ha llenado estadios en todo el mundo con sus exhibiciones y peleas oficiales.
El próximo 20 de julio, este enfrentamiento promete generar un gran impacto, aunque difícilmente pueda igualar la notoriedad alcanzada por la legendaria pelea entre Tyson y Evander Holyfield en 1997. Aquel memorable encuentro quedó marcado por la controvertida acción de Iron Mike.
En aquella noche en Las Vegas, Tyson sorprendió al mundo al morder la oreja de su oponente, con consecuencias devastadoras. La mordida le valió una suspensión de 15 meses sin poder pelear y una multa cercana a los 3 millones de dólares.
Veintisiete años después de aquel suceso, Tyson reveló a Forbes cómo convirtió ese polémico episodio en una oportunidad de negocio. Aprovechando su incursión en la industria del cannabis, creó unas gomitas masticables con forma de oreja de Holyfield, fusionando así su pasado con sus emprendimientos actuales.
“Mi esposa está loca, pero es brillante. Y ella dijo: ‘¿Por qué no usas la oreja? Yo estaba un poco amargado porque la oreja me metió en muchos problemas“, confesó el exboxeador, revelando que fue su esposa Lakiha Spicer quien le inspiró a crear la marca Mike Bites.
De manera irónica, Tyson reflexionó sobre el impacto económico de aquel incidente: “¿Sabes qué es gracioso? Cuando mordí la oreja de Holyfield, me quitaron 3 millones de dólares. Holyfield y yo somos las únicas personas que todavía ganamos dinero con una pelea de hace 30 años“, comentó entre risas.
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