La intensidad y los giros dramáticos del partido entre Real Madrid y Bayern Múnich dejaron un rastro de emociones encontradas en ambos bandos, con la gloria para unos y la rabia para otros, mientras se perfilaba la final de la UEFA Champions League en Wembley el 1 de junio.
El Real Madrid mostró una vez más su carácter indomable cuando se trata de la Liga de Campeones. Al principio, parecía que Alphonso Davies iba a llevar al Bayern a la victoria con un golazo, respaldado por las atajadas de Manuel Neuer que apuntaban a un resultado sorpresivo. Sin embargo, Joselu apareció con dos goles en poco tiempo, desatando un éxtasis en el estadio que quedó eclipsado por la polémica acción al final del encuentro: el gol anulado a Matthijs de Ligt, que sigue siendo tema de debate en Alemania.
Las críticas al árbitro Szymon Marciniak no se hicieron esperar, con duras palabras de Thomas Tuchel, quien no dudó en señalar los errores en la última jugada. La prensa alemana, representada por BILD, SKY, WELT y DIE SPIEGEL, también arremetió contra Marciniak, señalando errores graves, especialmente en la aplicación del reglamento en la jugada final.
Los titulares hablan de un escándalo sin precedentes en la Champions, con una aplicación desastrosa del reglamento por parte de Marciniak. Se percibe una sensación de impotencia en Alemania, así como críticas hacia Neuer y los cambios de Tuchel. Se elogia la capacidad de competir del Real Madrid y se anticipa una reestructuración en el Bayern Múnich durante el verano.
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