En las últimas horas, una bomba explotó en Boca Juniors debido a que la Justicia decidió imputar a los dirigentes Jorge Bermúdez, Marcelo Delgado y Raúl Cascini por encubrimiento en la causa de Jorge Martínez, exentrenador del fútbol femenino, quien fue denunciado por abuso sexual por Florencia Marco, la exjefa de prensa.
Dos meses después de que Martínez fuera considerado culpable y condenado a un año de prisión, se abrieron dos causas paralelas que ahora complican al departamento de fútbol del Xeneize. El fiscal Marcelo Martínez Burgo acusa a los mencionados dirigentes de encubrimiento del abuso sexual, un delito que conlleva una pena de hasta tres años de prisión.
Además, Adriana Bravo, quien era la vicepresidenta tercera del club hasta diciembre pasado y titular del departamento de diversidad e igualdad de Boca, también está imputada y llamada a indagatoria. Alfredo Godoy, del juzgado de instrucción número 24, será el encargado de decidir la suerte de los cuatro.
Uno de los expedientes abiertos por el fiscal Martínez Burgo es por falso testimonio contra Bermúdez y Delgado, quienes declararon que Marco no les había informado sobre el abuso sexual antes de que se conociera la denuncia penal. Cristian Riquelme, hermano de Juan Román Riquelme, el actual presidente de la institución, y Raúl Cascini declararon el pasado 3 de junio, negando conocer el abuso previamente y afirmando que tampoco Bermúdez y Delgado estaban informados.
El segundo expediente es por encubrimiento a Martínez, sospechando que los involucrados estaban al tanto de la situación pero no actuaron al respecto. En este contexto, Florencia Marco, en diálogo con TyC Sports, confirmó que habló con el departamento de Género, cuya titular era la vicepresidenta Bravo, y también lo hizo telefónicamente con los miembros del Consejo de Fútbol, aportando a la causa una conversación que tuvo con Bermúdez.
Tras tomar 22 declaraciones testimoniales, que incluyeron a jugadoras del plantel de Boca y empleados de la institución, el fiscal decidió acusar a Bermúdez, Delgado, Cascini y Bravo de encubrimiento, un delito que tiene una pena de hasta tres años de prisión.
“Acá se dio todo por una confusión. En el juicio, el magistrado les preguntó al Patrón y al Chelo cuándo habían tomado conocimiento del caso y no fue preciso. Tanto yo como mis defendidos entendimos que estaba preguntando por el momento en que se supo que había una denuncia penal. Por eso Bermúdez y Delgado declararon que fue por la prensa, porque eso fue así. Si le hubiesen preguntado claro sobre si tenían información de algún tipo de incidente entre Marcó y el técnico Martínez previo, hubiesen contestado que sí, porque sabían que había un malestar pero nunca un abuso sexual”, dijo Sebastián Rodríguez en diálogo con TyC Sports.
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