El enfrentamiento entre San Lorenzo y Huracán, conocido como el clásico de barrio más grande del mundo, se convirtió en un espectáculo cargado de tensión y controversia. El partido estuvo lleno de emociones, con un recibimiento espectacular por parte de los aficionados, goles, expulsiones y decisiones arbitrales discutibles.
A los 52 minutos de juego, San Lorenzo se quedó con 10 jugadores en la cancha, y 10 minutos después, Ignacio Pussetto marcó el 1-0 para Huracán, lo que parecía una victoria histórica para el Globo. Sin embargo, en los últimos minutos del partido, cuando se habían añadido 9 minutos adicionales, se desató la controversia.
El árbitro Adam Bareiro señaló un penal a favor de San Lorenzo, luego de una falta cometida por Alfonso sobre Gastón Ramírez. Lo que provocó indignación en los aficionados de Huracán fue el polémico gesto de Bareiro después de sancionar el penal. Se paró frente al banco de suplentes de Huracán y realizó un gesto de bigote con su dedo, claramente dirigido hacia el delantero de Huracán, Matías Cóccaro.
Esta provocación enfureció a todo el equipo de Huracán y a sus seguidores, quienes sintieron que el árbitro se burlaba de ellos. Sin embargo, Bareiro posteriormente se distanció de su gesto y afirmó que el festejo estaba dedicado a «un tío en Paraguay». El incidente dejó un sabor amargo en un clásico lleno de emociones y rivalidad.
La respuesta de Cóccaro al «tío» de Bareiro:
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