Una situación insólita y muy pocas veces vista se dio en la Primera División de Turquía, cuando el Presidente de un club, el Ankaragucu, noqueó al árbitro del partido luego que el rival marcara el empate en tiempo de descuento.
Ante el asombro de propios y extraños y mientras los jugadores del equipo local protestaban contra el juez por el tiempo adicionado al reglamentario, Faruk Koca, la máxima autoridad del club descendió rápidamente por las escaleras de la platea hacia el campo de juego y le asestó un golpe en el ojo provocando que el árbitro cayera inmediatamente al piso.
Casi instantáneamente otro colaborador del club intento darle una patada en la cabeza pero no acertó.
Aparentemente era un duelo sin demasiada trascendencia, ya que el Ankaragucu marcha 11ero, con 18 puntos, a 8 de posiciones europeas tras quince fechas disputadas mientras que el Rizespor marcha 8vo con 22 unidades tras el agónico empate del ex San Lorenzo Adolfo Gaich en el minuto 97.
El enfrentamiento fue bastante caliente y tuvo dos expulsiones, una de cada equipo.
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