La investigación por el enfrentamiento “barra” en Plaza Sarmiento tomó un nuevo giro con la declaración de un testigo que reveló detalles de la interna en “la 14”.
Todo comenzó en julio del año pasado, mientras se disputaba la última fecha del Torneo de la Liga Profesional de Fútbol. En la previa al encuentro ante Barracas Central, los barras de Lanús se cruzaron en la Plaza Sarmiento, en las calles de 9 de Julio y Guidi, se disputaron el control de la tribuna y generaron una batalla campal a los tiros, ante la incrédula mirada de muchas personas que pasaban por el lugar y otros que disfrutaban de una tarde de sol en la Plaza Sarmiento, lindera a la balacera.
En aquel momento se registraron varias personas heridas y una víctima fatal: Jonathan Leonel Borda. Estaba internado en el Hospital Narciso López de Lanús con un impacto de bala en la sien izquierda. En primera instancia había sido diagnosticado con muerte cerebral y luego falleció.
Allí se dio el enfrentamiento por poder de la tribuna entre la facción de la barra disidente del ‘Granate’, ‘Villa El Ceibo’ (de la que son referentes Maycol y Miguel Vallejos), ante la oficial ‘Villa Sapito’ (que tiene com olíder a Diego “Fanfi” Goncebate y como segundo al mando a Mario el Laucha Groli).
Uno de los involucrados reveló detalles de lo sucedido y Doble Amarilla accedió, de manera exclusiva, al testimonio donde el declarante rectifica su declaración testimonial y maifestó que fue forzado a firmarla. «Vengo acá a declarar porque no me quiero ver involucrado más allá de lo que ya estoy en un conflicto que me excede«, abrió su testimonio Enzo Molina quien aún permanece en libertad.
Según narra Molina, la “discusión se generó por las entradas a la cancha, porque los del Ceibo querían más lugar para su gente. Son entradas que da el club, un altísimo directivo. La barra maneja todo, también las parrillas. Y tiene la complicidad de la Policía“.
Y aclara: ”Los policías y la barra se manejan con un celular negro, que no está registrado en la comisaría, como si no existiera, no se comunican por sus teléfonos”.
Luego de leerse la declaración testimonial, efectuada el 30 de julio pasado, Molina afirmó que “yo conozco la firma pero firmé obligado a mí me hizo ir a declarar a la comisaría el laucha Mario Ezequiel Grioli. Somos conocidos del barrio, amigos no soy, pero estoy en el grupo de la barra que estaba manejando él. Yo cuelgo y descuelgo banderas”.
Y relató los detalles de su detención y posterior declaración “Cuando después del partido de Lanús con Barracas estaba dentro de la cancha, saliendo del baño, yendo a descolgar las banderas, apareció la policía que lo fue a buscar a Laucha nos llevó en los móviles de la policía a mí y a Nahuel Paredes para declarar en la comisaría segunda. Fuimos directo, no paramos en ningún lado. Ya en el camino nos iban diciendo que nos quedáramos tranquilos, que ya estaba todo arreglado lo que teníamos que decir”.
«Cuando llegué a la comisaría segunda de Lanús, la declaración ya estaba casi toda escrita. Entré a la oficina con Paredes y Laucha. Atrás nuestro entró Quintana el jefe de la policía de la Lanús. Me dijo que firme que ya estaba la declaración y que si no me empapelaba, y me metía preso por el homicidio. Así de una nos dijo a los tres ‘si no firman quedan en cana ustedes», continuó relatando el involucrado según consta en el documento al que accedió este portal.
Además el declarante destacó que solo una mínima parte de su declaración fue tomada de su testimonio original: “No había chance de leer ni de explicar nada. Me preguntaron qué había pasado, me interrogaron, pero lo único que tomaron de lo que dije es que estaba en la plaza con mi hija y me escondí atrás de un árbol: Me largaron como a las 12 y pico o una de la mañana y era eso o me metían en cana, según me apretaban. Así que firmé. El contenido de la declaración es falso”.
Y amplió: «Lo rectifico casi todo, menos que me estaba escondiendo de la plaza cuando salí a buscar a mi hija. De esa declaración le dieron una copia a Laucha. Yo pedí una copia de la mía y me dijeron que no que no hacía falta que eso iba a quedar ahí tirado».
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